Carta del Hermano Mayor a los hermanos por el cierre de nuestra parroquia y traslado a la de San Patricio

Mis queridas hermanas y hermanos: 

        Llega el momento triste para todos en el que nuestra parroquia cierra sus puertas. Nuestro templo será a partir del próximo lunes 5 de septiembre, capilla del colegio Ave María, fin para el que se construyó allá por los años 50, al ser el patronato escolar los propietarios del edificio. 

        Desde ahora nuestra sede canónica es la parroquia de San Patricio y nuestros barrios ya pertenecen a su feligresía, extendida hasta el límite de calle Frigiliana (Parque Mediterráneo). Nuestra hermandad desde su fundación ha sido netamente parroquial, trabajando como sabéis en todas las necesidades de la misma. Por ello, nuestra actual parroquia nos espera: San Patricio. 

        San Patricio es una parroquia muy dinámica, con numerosos grupos de formación religiosa. Una parroquia muy versátil y diversa con un único fin: conocer al Señor, seguir a Jesucristo, y siempre de la mano de la Virgen. Nos sentimos esperanzados de poder continuar nuestra labor cofrade, siempre comprometida, teniendo como imán tan bella parroquia y sin perder en ningún momento nuestros orígenes, pues como ya he comentado, San Patricio es ahora la parroquia de nuestros barrios y por eso allí caminamos con el beneplácito de nuestro nuevo director espiritual, D. Gustavo. 

        No obstante, la gran despedida del Ave María, templo de nuestra fundación, será el 1 de octubre, cuando nuestra Virgen Mediadora salga gloriosamente para recibir el amor y devoción de sus hijos e hijas en su procesión extraordinaria del 25º aniversario de su bendición. Estamos entre todos trabajando ilusionados en que sea una jornada en la que Dios, mediante María, nos colme de bienes espirituales y de amor por sus hijos. 

        El Señor, nuestro Redentor, nunca nos defrauda. Nos pone pruebas a nuestra fe, a veces tan frágil. Pero en el silencio de nuestro ser siempre debemos dejar que Él, en su infinita misericordia, nos hable y nos conforte. No creáis que yo, como vuestro Hermano Mayor y como feligrés de la parroquia desde muy niño, no siento pena. La siento y mucha, pero confío en el Señor plenamente y allá donde vayan nuestras imágenes, iremos todos detrás diciendo: Creo en ti, confío en ti, Redentor del Mundo. No me sueltes de la mano, Mediadora nuestra. Donde vayáis, yo iré detrás. 

        Hermanas y hermanos, ante la inminencia de estos acontecimientos históricos, estemos unidos y vivámoslos no con excesiva tristeza, sino con una gran alegría ante tanta esperanza que se abre ante nosotros. 

        Y que el 12 de octubre, cuando el Señor y la Virgen caminen a su nuevo templo, les acompañemos jubilosos y nos sintamos tan orgullosos y enamorados de nuestra Hermandad como siempre. 

        ¡Viva la Hermandad de la Mediadora!

        Os quiero mucho. 

        Salvador De los Reyes. 

En Málaga, a 2 de septiembre de 2022.