Virgen Mediadora, Madre de Las Delicias

La amanecida del 12 de octubre es sin duda alguna uno de los momentos más especiales del año en la Hermandad de la Mediadora.

El Rosario de la Aurora es el culto más antiguo de nuestra Corporación y, posiblemente, al que más cariño se le puede tener. Es el germen de una historia llena de hitos que, si el tiempo lo permite, este Miércoles Santo escribirá un glorioso capítulo con la primera salida del Redentor del Mundo hacia la catedral.

Tan tradicional como el rezo público del Rosario es que el otoño llegue ese día a nuestra ciudad. Ante la predicción de lluvia, se recortó el itinerario para poder rubricar un recorrido impregnado de las devotas plegarias de los hermanos y devotos que acompañaban a nuestra Madre Mediadora.

Una mañana entrañable, íntima y familiar que cada año nos hace recordar los comienzos de una devoción que nació en otoño pero que rebrota cada primavera.